ITALIA, EL PRIMER PAÍS QUE CONSIDERA DELITO EL COMERCIO ILEGAL DE PERROS Y GATOS

Este artículo lo publicamos en nuestro antiguo Blog. Dado que estamos en fechas en que se trafica más que en otras con cachorros hemos creído que sería interesante recuperarlo, siendo el primero de la serie que sobre este tema publicaremos en estos días.

Publicado: 24/01/2011

A finales del año 2010 las asociaciones protectoras de los derechos de los animales han tenido su particular celebración: Italia acababa  de aprobar la nueva ley de protección animal donde, además de endurecer las penas para el maltrato animal, como gran novedad se reconoce como delito el tráfico ilegal de perros y gatos.

En esta nueva normativa se penaliza con pena de cárcel de 3 a 12 meses o multas de 3.000 a 15.000 euros la introducción en el país, el transporte  y la venta de perros y gatos  sin microchip, pasaporte o certificado sanitario expedido por un veterinario habilitado.

La ley considera un agravante que los animales tengan una edad inferior a 12 semanas o que provengan de una zona con restricciones para impedir la propagación de enfermedades. Además, conlleva la retirada temporal de la licencia comercial (de tres meses a tres años) o incluso la inhabilitación de por vida para trabajar con animales si el delito se va repitiendo.

Un elemento interesante es que esta nueva ley penaliza también al comprador con multas entre 100 y 1000 euros por cada animal adquirido sin identificación, pasaporte europeo o certificado veterinario.

Este endurecimiento de la ley ha sido consecuencia a numerosas denuncias en los últimos 5 años por parte de las asociaciones y los ciudadanos por la venta masiva de cachorros malnutridos, enfermos y de procedencias dudosas (la gran mayoría habían nacido en unas granjas de perros en el Este de Europa). Este tipo de comercio mueve en Italia alrededor de 300 millones de euros anualmente.

Italia ha sido pionera en considerar delito este tipo de comercio pero estas malas prácticas se encuentran extendidas prácticamente en toda Europa.

En España desconocemos el volumen de este negocio pero los que trabajamos en el sector del animal de compañía os podemos asegurar que la gran mayoría de los cachorros que se venden en las grandes tiendas de todo el país como también por Internet por algunos autoproclamados criadores “especializados” en todas las razas provienen de las mismas granjas del Este de Europa  y estamos hablando de miles de cachorros a diario.

El gran público ignora las condiciones tan precarias en las que vienen al mundo estos animales y en las que están obligados luchar para sobrevivir hasta el momento de su venta. Las hembras de cría están hacinadas en jaulas muy poco higiénicas, con una alimentación muy precaria y están obligadas a tener camadas todos los celos hasta su agotamiento. Los cachorros están destetados brutalmente a una edad demasiado joven, con 3-4 semanas de edad sin haberles crecido la dentición, hecho que les impide consumir alimento sólido. En estas condiciones, emprenden el largo viaje a sus nuevos países de destino, un viaje de varios días en el que tienen que sufrir además de la falta de alimento el estrés de las condiciones meteorológicas según la estación. Muchos de ellos no lo superan y los que sobreviven llegan muy debilitados y enfermos. En muchas ocasiones, no es el último viaje, tendrán que sufrir otro hasta la tienda de destino (según el pedido de cada una) o si tienen suerte a la familia que lo adquiere. Evidentemente, durante todo este tiempo no se hace ningún control veterinario, no se toman medidas de higiene y además, se juntan cachorros de varias procedencias, un canal perfecto para la propagación de enfermedades contagiosas.

Los cachorros se destetan tan temprano principalmente por tres razones: abaratar al máximo los costes de mantenimiento de la camada, para vender perros de talla muy pequeña que están de moda (y para esto alteran la fecha de nacimiento, vendiéndose cachorros de 4 semanas como cachorros de 8 semanas) y en último lugar, para que lleguen a la venta con máximo de 6 semanas de edad porque si no los clientes pierden el interés. Todo el mundo quiere llevarse a casa un cachorro muy mono y muy pequeño pero desconocen la gran cantidad de problemas que esto conlleva. En muchas ocasiones, al lado de nuestros clientes, hemos vivido verdaderas dramas al morirse el cachorro recién comprado con tanta ilusión.

Aún que no hay investigaciones muy extensas en este campo, se aprecia que aproximadamente un 20 % de estos cachorros no llegan vivos para que sean vendidos y de los vendidos alrededor de 80 % presentan signos de enfermedad.

Además, la falta de sociabilización de estos cachorros y las penurias vividas a temprana edad, hacen de estos, perros con muchos problemas de comportamiento, siendo a veces muy difícil la convivencia con ellos, siendo firmes candidatos al abandono.

Por esto saludamos a la iniciativa italiana que esperamos que solamente sea la primera y que normativas similares se extiendan con rapidez en todos los países europeos.